14/ 06/15
A medida que voy realizando pasteles, encuentro límites en
el fondant para conseguir algunos de los efectos que deseo.
El fondant es un producto
denso, con peso y aunque lo afine al máximo suele tener un cierto grosor.
Buscando maneras de encontrar productos más ligeros me encontré con la oblea.
La oblea se puede encontrar de muchas maneras y una de ellas
es en forma de hoja de papel. Suele ser rígida y se fractura con mucha
facilidad por lo que hay que aprender a trabajarla para darle la forma deseada
evitando que se rompa.
Pare ello decidí asistir al "curso de flores de oblea". Allí
aprendí que la oblea se puede pintar de color, imprimir, recortar y dar la
forma que se desea.Todo un mundo de posibilidades se mostraba ante mí.
Fue un curso divertido pero algo estresante. Suelo ser un
poco lenta cuando trabajo en pastelería creativa, pues soy muy detallista y me gusta tomarme mi tiempo. Varias compañeras de curso iban tan rápidas que marcaban el
tiempo de las demás en cada fase del proceso, lo que suponía respirar cierta tensión
en el ambiente.
A pesar de ello conseguí unas hermosas y espectaculares
flores, mucho más ligeras y de textura distinta al fondant.
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