Llegó a mis manos el libro de Carlos Lischetti,
Animación en azúcar, y descubrí un nuevo mundo dentro de esta especialidad.
Me
sentí atraída por las estilizadas figuras de azúcar y no dudé en aprender a
elaborarlas.
Un verdadero reto tenía frente a mí, pero sabía que tengo habilidad manual, que soy paciente y
amante de los más pequeños detalles y padezco del perfeccionismo adquirido en mi
anterior afición a la joyería, así que
pensé que podía intentar, siguiendo los consejos del libro, mi primera figura
de azúcar. Aunque, lo que de verdad sabía era que no me puedo resistir a un buen reto.
Siempre me ocurre que empiezo por lo más difícil ¿será porque,
si lo consigo, sabré que puedo hacer todo lo demás? Así que escogí la figura
que más me atraía de todo el libro: Flora, el hada del bosque.
No quería hacer una copia exacta de la pequeña hada, sino
hacer una figura parecida, así que escogí el color azul para este pequeño
duende del bosque que me encanta por su esbeltez y dulzura. Un pastel decorado
en fondant en forma de tronco le hace de base y completa este espectacular y delicioso pastel.
Al finalizar supe que no sería la última figura y así
ha sido.