Bibian's

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La iaia

domingo, 30 de abril de 2017

La rosa y el dragón de Sant Jordi

23/04/2017

Sant Jordi, Gran fiesta del libro y de la rosa.

En este día, a pesar de no ser un día festivo, los libros y Las rosas llenan las calles de todas las ciudades y pueblos de mi país. Es una impresionante fiesta en la que la leyenda del príncipe y del dragón cobra vida y en la que el amor por la lectura se vive en las calles.

En tan señalado día no podía faltar que representara su esencia a través de creaciones en fondant.



Este año he tenido la ocasión de compartir esta experiencia con mi nieta Jana. A pesar de sus 8 años, ya muestra un gran interés por las manualidades y su capacidad creativa va cada día en aumento.


Pasteles y galletas son una buena base para desarrollar esta creatividad y, en esta ocasión, fueron las galletas de dragón las elegidas para ello.







Una a una, Jana fue decorando las siluetas de dragón de manera distinta, según a quien iba a ser destinada, dando como resultado estas divertidas galletas que hicieron las delicias de toda la familia.







La rosa de Sant Jordi ha estado también presente en mi pastelería creativa de este año para celebrar este día tan especial.






Sobre un delicioso bizcocho de naranja surge una gran rosa roja como símbolo de amor universal y obsequio a todos los presentes.

El huevo de Pascua

17/04/2017

El huevo de chocolate decora una gran parte de los dulces que se elaboran en Pascua. Suelo verlo en su color original o envuelto en papel de distintos y llamativos colores.








En este caso, me he permitido decorar un huevo de chocolate con fondant, mezclando así dos de los componentes más utilizados para modelar en repostería y el resultado ha sido este divertido huevo repleto de curiosos pollitos, deseosos por salir de su cascarón.












El huevo por sí mismo es una bonita “Mona de Pascua” aunque también puede coronar al pastel más exigente. Una muestra más de lo que la imaginación puede ofrecer. 

La “Mona de Pascua” de Enzo

16/04/2016

El lunes de Pascua es un día festivo en mi país y es tradición celebrarlo con la tradicional “Mona de Pascua”, alimento típico de la repostería catalana.
Este pastel ha ido evolucionando a lo largo de los años y, hoy en día, la podemos encontrar elaborada de diferentes maneras.

Todavía podemos encontrar la más tradicional, que es la que tiene forma de corona decorada con huevos cocidos, pero la más apreciada es la de base de bizcocho adornado con plumas de colores, pollitos, figuritas…y huevos o figuras de chocolate, siendo principalmente muy importantes los adornos de chocolate.





Las “Monas de Pascua”, elaboradas únicamente de chocolate, pueden alcanzar grandes dimensiones, siendo verdaderas esculturas de chocolate negro, con leche o blanco.

La imaginación no tiene límites y si el chocolate se ha incorporado con el tiempo a esta dulce tradición, creo que el fondant podría también añadirse a esta lista de productos.








Este es el caso de la “Mona de Pascua” de Enzo. Una combinación de base de bizcocho decorado con fondant, plumas de colores y huevos de chocolate, hizo las delicias de este pequeño de 2 años en este especial día.

sábado, 29 de abril de 2017

Dulces de Pascua

5/04/2017
En mi país, es tradición regalar dulces por Pascua. Aunque el pastel , al que llamamos “Mona de Pascua”, es en este día el más apreciado por niños y grandes, cualquier dulce que esté convenientemente decorado está presente en los escaparates de tiendas y pastelerías.

Este año, siguiendo con la tradición de años anteriores, he elaborado unas grandes y ricas galletas de Pascua en forma de huevo, que han servido de base para tres diferentes decoraciones en fondant.






Un divertido y colorido conejo de Pascua es el protagonista de esta deliciosa galleta de mantequilla con sabor a vainilla, pensada para los más pequeños de la casa.




Este pollito de Pascua, que observa el mundo con curiosidad antes de salir ha sido, este año, el más apreciado de niños y grandes.






Y este elegante huevo de Pascua, pensado especialmente para obsequiar a aquellos que, a pesar de los años, siguen teniendo al niño en su interior.