Bibian's

Bibian's
La iaia

lunes, 1 de junio de 2015

¿Por donde empiezo?

Actualmente, los medios de comunicación llegan a todos los hogares y yo descubrí a través de ellos que, además de los materiales clásicos para modelar, tales como el barro o la plastilina, entre otros, existía el Fondant, que además podía comerse, añade sabor y color para disfrute de los sentidos.

¿Y que era el Fondant? 

No tenía ni idea de como era esta pasta de atractivos colores que podía ser modelada, amasada y estirada en mil y una formas.

La curiosidad en conocer este material y compáralo con otros que ya conocía la hacía muy interesante, por lo que comencé a buscar la manera de acercarme al atractivo mundo de “la pastelería creativa”, en el que el buen sabor se une al buen gusto y en el que el diseño y el arte puede estar presente.

Por  casualidad, viajando por Internet, encontré distintas opciones en talleres que impartían clases para principiantes, así que me animé y elegí el que me pareció que podía ayudarme en mis primeros pasos ¿Qué podía perder si fracasaba?

Con mil y una dudas y sin experiencia, me inscribí en mi primer taller en el que podía ver y trabajar el fondant. En mi primer pastel, dos pequeños koalas de fondant, sentados en el césped, iban a coronar una pequeña tarta.


Estaba segura de que yo sería la más “vieja” de todas las alumnas, pues, en los programas de TV dedicados a pastelería creativa, solo veía a jóvenes realizando aquellas maravillas, pero estaba equivocada y pude comprobar que no hay edad si se tiene interés, habilidad manual y algunas dosis de creatividad, para disfrutar y lograr resultados sorprendentes 

No hay comentarios:

Publicar un comentario